Fragmentos de diálogos extraídos de la revista hurly burly (octubre 98), a raíz de una improvisación realizada por el CEDI en Madrid.
T: La voz es un instrumento tan polivalente, en el que se
juega con tantísimas cosas, que creo que es el instrumento con mayúsculas,
especialmente para la improvisación libre… y tan ligado a las tripas, a la
víscera, que para esto me parece “el” instrumento… Yo lo veo más orgánico. Y
por eso mismo me parece excelente para esto, para la espontaneidad, que creo
que es lo que la improvisación libre es.
S: Esta idea de implicarse desde dentro es algo que conlleva
una diferencia: en la improvisación hay, a mi juicio, un aspecto completamente
distinto y es que no parece interesante educar nada. Precisamente, lo que me
atrae de la voz en la improvisación, es que sale lo que quieres, lo que no
quieres y lo quisieras querer; lo que no puedes condicionar con la parte
racional del cerebro.
L: Pero lo cierto es que sí existe una mayor sensación de
pudor si se hace el ruido a través de la voz, que si se hace a través de otros
medios.
E: Durante la improvisación, yo os estaba oyendo desde aquí
y había momentos en los que pensaba: “me gustaría ponerme ahí, pero es que si
estoy ahí no voy a ser capaz de hacer nada”. Yo, ahora mismo, estaría
super-bloqueadísimo cantando con vosotros.

D: Yo creo que , al margen de eso, el bloqueo del que se
habla es un bloqueo relacionado con la vergüenza.
S: La voz es un instrumento que cuando se trabaja de forma
emocional es un condicionante porque sabes que ahí están tus miedos, todos tus
monstruos. Ese es un trabajo de aceptación
muy interesante. Tiene un aspecto curativo, que además
estimula a quien escucha porque es un medio para que la gente se anime a
probar, a expresarse.
G…es decir, nos han enseñado a utilizarla para comunicarnos,
pero, no nos la planteamos como fuente de sonidos.
![]() |
Viñeta del libro "El espíritu dionisíaco de Fritz Perls" |
Boa idéia.
ResponderEliminarPalmas!!!!
Beijos!