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martes, 20 de noviembre de 2012

Educación infantil para adultos (43). Vencer el trauma a través del arte



Que un neurólogo, psiquiatra, psicoanalista y etólogo, como Boris Cyrulnik, diga que no hay vía más eficaz que la expresión artística para empezar a tratar el dolor profundo producido por un terrible trauma, ya es bastante liberador, no solo para las personas que sufren, sino también para el arte, tan denostado en la Educación. Cyrulnik, perdió a los seis años a sus padres, víctimas del nazismo, y creció en un orfanato. Eso le motivó para estudiar psiquiatría y colocar el concepto de resiliencia (capacidad del ser humano para superar un trauma) en una relación privilegiada con la psicología. Para Cyrulnik, la clave para activar esta resiliencia reside en los afectos, en la solidaridad, y éstos en el contacto humano. 


Dibujado por niños en guerra


Cuando uno de los hijos del artista y terapeuta Alejandro Jodorowsky murió a los 24 años, empezó a preguntarse qué era el arte y para qué servía: "¿Voy a hablar siempre de mi ego, de mi ombligo? Entonces descubrí que a mí el arte sólo me interesa si sirve para sanar. Para expresarnos como artistas en el mundo, nosotros no podemos destruirlo ya más. Lo que tenemos que destruir es a nosotros mismos". Tanto Cyrulnik como Jodorowsky, a través de su propia tragedia, descubren la importancia del arte como terapia y se dedican a curar al mundo, eso es generosidad. Esta es la resiliencia: salir reforzado del trauma. 


Dibujado por niños en guerra


Cyrulnik ha trabajado con niños supervivientes de genocidios como el de Ruanda, la guerra de Kosobo, los niños del 11 de marzo, donde utilizaban la poesía y los dibujos como único medio para decir lo que les había pasado, pero sobre todo con acercamiento afectivo. "No todos los niños son artistas, pero hay que darles la ocasión de expresarse, aunque la técnica llegue más tarde.", dice Cyrulnik. 


Dibujado por niños en guerra


Cyrulnik aclara que ni el profesor ni la escuela tienen en sí mismos una función de resiliencia. Es decir, el docente tiene que haberse depurado el ego para poder hacer una labor de ayuda al otro, preocuparse por la evolución real del otro, "el arte sólo me interesa si sirve para sanar", nos dice Jodorowsky. En cuanto a la escuela, sus metodologías están enfocadas en desarrollar solo el talento intelectual e ignoran el interactuar, y el mundo emocional.


Dibujado por niños republicanos en Madrid



En su libro, "Autobiografía de un espantapájaros", Cyrulnik cuenta que cuando las personas han sufrido un trauma y lo desvelan en el medio social, se sienten espantapájaros, por la intolerable incomprensión de los demás. 

Sobre todos estos asuntos ver el amplio artículo hecho a Cyrulnik: Vencer el trauma a través del arte


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