Bienvivido y Bienvivida

BUENO, EN EL FONDO, FONDO, FONDO, NO EXISTIMOS.

jueves, 7 de marzo de 2013

El camino del medio (5). Entregarse al dolor tanto como al placer.



Alan Watts en su libro La sabiduría de la inseguridad nos habla de la ley de retrocesión: "los seres humanos sufren y perecen debido a los esfuerzos mismos que hacen por no sufrir y por no perecer".


No hay ninguna posibilidad más que ser conscientes del dolor, el temor, el hastío o la aflicción de la misma manera completa en que uno es consciente del placer. El organismo humano tiene los poderes más maravillosos de adaptación tanto al dolor físico como al psicológico, pero esa adaptación sólo puede ser plena cuando el dolor no es estimulado constantemente por ese esfuerzo interno de alejarse de él, de separar el "Yo" de la sensación. El esfuerzo crea un estado de tensión en el que medra el dolor. Pero cuando la tensión cesa, la mente y el cuerpo comienzan a absorber el dolor, del mismo modo que el agua reacciona a un golpe o un corte.



Hay otra anécdota de un sabio chino al que preguntaron: "¿Cómo nos libramos del calor?", refiriéndose, desde luego,, al calor del sufrimiento. El sabio respondió: "Colocaos en medio del fuego". "Pero entonces , ¿cómo nos libramos de las llamas abrasadoras?" "¡Ya no os molestará ningún otro dolor!" 
La misma idea se encuentra en La Divina Comedia, donde Dante y Virgilio descubren que la salida del Infierno se encuentra en su mismo centro. 



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