Bienvivido y Bienvivida

BUENO, EN EL FONDO, FONDO, FONDO, NO EXISTIMOS.

martes, 14 de mayo de 2013

El camino del medio (7). AMA.



En esta serie de posts que he titulado El camino del medio incluyo un poema de Walt Whitman donde nos invita a no ver a Dios en las alturas, sino en nuestra cercanía, y se atreve a decir al estilo sufí: "Ni comprendo que pueda existir alguien más admirable que yo".  Esta frase sacada del contexto del poema parece una declaración narcisística en toda la regla, pero la luz que da este poema es que si se camina con amor, se camina desde el centro o "eje de las ruedas del universo", y desde ahí nadie  es más grande que uno mismo.


AMA




He dicho que el alma no vale más que el cuerpo,
Y he dicho que el cuerpo no vale más que el alma,
Y que nada, ni Dios, es más grande que uno mismo,
Y quien camina una legua sin amor, camina a su propio
       entierro envuelto en su sudario,
Y tú, o yo, que no tenemos ni un céntimo, podemos comprar
       lo más preciado de la tierra,
Y el destello de unos ojos o el guisante en su vaina, confun-
      den a la sabiduría de todas las épocas,
Y no hay oficio ni ocupación en los cuales el joven que los
      sigue no pueda ser un héroe,
Y no hay objeto tan blando que no pueda ser el eje de las 
      ruedas del universo,


AMA





Y digo a cualquier hombre o mujer: Deja que tu alma
    permanezca fría y serena ante los universos,
Y digo a la humanidad: No hagas preguntas sobre Dios,
Porque yo, que hago preguntas sobre todas las cosas, no 
    hago preguntas sobre Dios
(No hay preguntas que puedan expresar mi placidez y mi 
    serenidad ante Dios y la muerte).
Escucho y veo a Dios en todos los objetos, pero no le 
    comprendo,
Ni comprendo que pueda existir alguien más admirable que
    yo.




¿Por qué habría yo de desear ver a Dios mejor de lo que le
    veo en este día?,
Si veo algo de Dios en cada hora y en cada instante del día,
Si veo a Dios en el rostro de los hombres y de las mujeres,
     y en mi propio rostro en el espejo,
Si encuentro cartas de Dios en la calle, y todas llevan la 
     firma de Dios,
Y las dejo allí donde las encuentro, pues sé que, dondequiera
     que yo vaya,
Llegarán con puntualidad otras, eternamente.








No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buzón de ideas