Bienvivido y Bienvivida

BUENO, EN EL FONDO, FONDO, FONDO, NO EXISTIMOS.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Apuntes para improvisadores (29). Evocando a John Cage




Fui invitado por Paco Dominguez, uno de lo organizadores del evento, para la clausura de las IV Jornadas de Psicoterapias Humanistas celebradas en la Universidad de Comillas (21-02-2015). 

Con Paco Dominguez, José Zurita y Josep Santacreu


El título de las Jornadas era El factor experiencial en psicoterapia humanista. Entonces propuse una interacción sonora experiencial y muy experimental, era la primera vez que lo hacía.


Emilio Blázquez en la Universidad de Comillas: "ENTRE COMILLAS"

La interacción fue inspirada en la célebre y controvertida obra de John Cage, titulada: 4´33" (cuatro minutos, treinta y tres segundos) que escribió en 1952. En un escenario salen los músicos con esmoquin y con instrumentos de orquesta y se mantienen en silencio durante el tiempo del título. El material sonoro de la obra lo componen los ruidos que escucha el espectador durante ese tiempo de silencio, que van desde lo mundano hasta lo profundo, de lo esperado a lo sorprendente, de lo íntimo a lo cósmico, risas nerviosas, alguien se levanta del asiento, respiraciones, toses, puerta que se abre, aire acondicionado, un avión, zumbido en lo oídos, etc.



En esta ocasión titulé la interacción 2´11" (dos minutos, once segundos). La propuesta fue que todos los espectadores encendieran y pusieran el volumen del móvil; fueran a la aplicación del reloj; de ahí al temporizador o cuenta atrás; entonces tenían que marcar dos minutos y once segundos; por cierto, los Iphone no tienen segundero, entonces propuse marcar sólo dos minutos. 



La cosigna fue que durante 2¨11" pusieran la atención en los ruidos que surgieran del silencio. Y lo más importante, que se dejara sonar el tono que aparece cuando acaba el tiempo marcado. El sonido del temporizador se mantiene ininterrumpidamente hasta que decides apagarlo. Y esta fue la fascinación de la obra, se formó un bucle constante con los diferentes tonos de todos los móviles durante varios minutos.
Jugando con la música


Hicimos también interacción sonora percutiendo los respaldos de las butacas. Tan solo tuve que conducir la intervención con un código de volumen y otro para el tempo. Afortunadamente el personal que asiste a estos encuentros se entregan de maravilla y eso hace que brille la actuación. Desde aquí les doy las gracias a todos por sacar su entusiasmo y su niño curioso. La evocación e invocación a John Cage y a su mundo aleatorio, tuvo una misteriosa sincronicidad que nos hizo sentirnos milagrosamente unidos.

Emilio Blázquez


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