Entre el cielo y la tierra

En el medio, entre el cielo y la tierra, habita nuestro cuerpo.

Jodorowsky matiza sobre la frase del Padre Nuestro,

Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.

"El cuerpo no es el sitio de la angustia ni de la muerte. Para que tu voluntad se haga en mi cuerpo, acepto la muerte porque sé que ella no existe. la acepto en mi cuerpo. Acepto la vejez. Acepto el sufrimiento. Acepto la enfermedad. Acepto el sexo. Acepto la belleza y la fealdad. Acepto mi cuerpo tal como es. Si Tú me has hecho así, acepto lo que soy. Soy lo que tú quieres (...)

Lo primero que debes hacer con tu cuerpo es proponerte tener los más grandes orgasmos, los placeres mayores."

Esta última frase es un buen antídoto para liberarnos de la castración del sexo que han hecho algunas religiones.

Tomado del libro Los Evangelios para sanar. 

Me lo regaló su autor Alejandro Jodorowsky en le año 1997, en un curso que hice con él.