Venirte abajo, recomponerte. Luego venirte abajo, después recomponerte de nuevo.
Ciclos de integración y desintegración.
Caos y claridad.
Quietud y actividad.
Cordura y confusión.
Desesperanza y esperanza.
Conforme fluye el mundo natural, el despliegue del corazón está vivo y tiene la esencia de lo desconocido...Con la intersección de las dos A se crea un hexágono. Simboliza la esencia secreta. |
Justo en medio de este “venirse abajo” y “recomponerse” está la esencia secreta...
Eres el inmenso espacio en el que “venirte abajo” y “recomponerte” danzan unidos, y nunca estarás limitado a ninguna de esas historias...
Con la intersección de los dos triángulos se crea un hexagrama. Representa el corazón del alma humana. |
Si te mantienes demasiado identificado con “venirte abajo”, interrumpirás la vitalidad natural que es la esencia de la experiencia pura e inmediata...
Pero si te mantienes demasiado identificado con “recomponerte” te desconectas de tu vulnerabilidad natural y del misterio espontáneo conforme aparece, dándole la espalda a la palpitante realidad de que tu corazón podría romperse en cualquier momento...
El texto es un fragmento del post de Matt Licata: VER
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