Bienvivido y Bienvivida

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viernes, 9 de noviembre de 2012

Educación infantil para adultos (42). Funcionar desde un estado de no saber



Aprender no es conocimiento. El aprender se ha identificado demasiado con el conocimiento. Es justo lo contrario del conocimiento. Cuanto más instruida es una persona, menos capaz es de aprender. Por eso los niños son más capaces de aprender que los adultos. Y si los adultos quieren seguir aprendiendo, tienen que ir olvidando todo lo que han aprendido. Tienen que ir muriendo ante todo aquello que se ha convertido en conocimiento para ellos. Si almacenas tus conocimientos, tu espacio interno se vuelve demasiado pesado. Acumulas demasiada basura. 



El aprendizaje sólo sucede cuando hay espacio. El niño tiene ese espacio, esa inocencia. La belleza del niño consiste en que funciona desde un estado de no saber. Fíjate, mira, observa, pero nunca te hagas una conclusión. Si ya has llegado a una conclusión, el aprendizaje se detiene. Si ya sabes, ¿qué te queda por aprender? Nunca funciones desde respuestas prefabricadas a las que has llegado a través de escrituras, universidades, profesores, padres o, quizá, tu propia experiencia. 

Todo lo que has conocido tiene que ser descartado a favor del aprendizaje. Entonces seguirás creciendo, entonces no existe un final para el crecimiento. Entonces la persona sigue siendo como un niño, inocente, lleno de asombro y admiración hasta el final. Sigue aprendiendo incluso cuando se está muriendo. Aprende de la vida, aprende de la muerte. Y la persona que ha aprendido de la vida y que ha aprendido de la muerte va más allá de ambas; entra en lo trascendental. El aprender es receptividad, el aprender es vulnerabilidad. El aprender es apertura, apertura sin fin. 

 Extraído del libro de Osho: El libro del niño.




Nathalie De Salzmann de Etievan recibió en Francia una formación muy especial bajo la dirección de G. I. Gurdjieff. Radicada en Venezuela desde hace 50 años, ha entregado su energía y dedicación a la educación de niños, jóvenes y adultos. Fruto de este trabajo es el Modelo Educativo Etievan, formulado en su libro NO SABER ES FORMIDABLE.

Educación de la mente
El Modelo Etievan contempla una rica formación intelectual, formando las capacidades de la mente e introduciendo al niño en el mundo del conocimiento, privilegiando la comprensión sobre la información, así como la calidad del aprendizaje por sobre la cantidad. Se procura que el estudiante aprenda a acudir a una inteligencia más fina, más sensible y no hecha de respuestas automáticas.

La Educación del sentimiento
El mundo del sentimiento es un mundo muy fino cuyo desarrollo requiere de mucho cuidado y atención para que crezca y se exprese de manera auténtica. Ello implica enseñar al niño a conocer y comprender su mundo emocional y ayudarle a tomar contacto con sus sentimientos más profundos. En este trabajo es esencial la apertura y la calidad del sentimiento que el propio docente tenga a su vez hacia el niño, así como su capacidad para expresarlo.


La Educación del cuerpo
La educación del cuerpo no debe reducirse sólo a los ejercicios gimnásticos habituales y a la práctica de deportes, por importante que sea incluir una formación en este ámbito. Es importante atender también al desarrollo de una dimensión corporal y motora más fina, que involucre el desarrollo de la coordinación y la atención del cuerpo a través de prácticas como la rítmica y el judo, por ejemplo, así como el gozo propio de las actividades realizadas en ambientes naturales donde se ejercita una relación más directa con la naturaleza.


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