Bienvivido y Bienvivida

BUENO, EN EL FONDO, FONDO, FONDO, NO EXISTIMOS.

miércoles, 13 de agosto de 2014

TROPEZAR








En esta palabra habitan otras dos: torpeza y rezar. Es como que la torpeza o el tropiezo fuera algo inherente a la vida, como una oración, como un antídoto al perverso perfeccionismo. Y os pregunto, ¿cómo os lleváis con vuestra torpeza? ¿la podéis ver como algo cómico?¿os crispa? ¿en qué medida os hace gracia o cabrea?

6 comentarios:

  1. Siempre que no perjudique a los demás soy condescendiente con mi torpeza y espero que los otros la entiendan.
    De la aparente torpeza se puede aprovechar por ejemplo la espontaneidad o el escapar de ese perverso perfeccionismo que tan bien apuntas. Además de perverso el perfeccionismo condiciona nuestros recursos.
    Creo que es bueno mirar la torpeza propia y la de los demás con ternura,
    Nos iguala mas a todos-as porque es imposible no ser torpes en muchas cosas, lo bueno está en no tomarlo como un defecto, no lo es, y tener disposición de aprender de todo sin miedo a tropezar.

    ResponderEliminar
  2. Me ovidé de decir que me parece enorme ese concepto de la torpeza como oración, muy bueno!

    ResponderEliminar
  3. Y aprender a reirnos del tropezón. Me acuerdo de Charlot y de su ternura al tropezar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En cuanto al tropezón como como oración los niños pequeños nos lo recuerdan todo el rato.

      Eliminar
  4. Es cierto, por aquí, como me imagino en todas partes se suele advertir a los niños con el típico: vas a caerte, y lo decimos por inercia, aun sin existir un peligro inminente. Con esto, lo único que conseguimos es coartar el aprendizaje de los niños que son mas dóciles, menos mal que a los inquietos les da la risa y se llevan por delante lo que haga falta y a fuerza de tropezar aprenden.

    ResponderEliminar
  5. Si nos pudiéramos reír de todos los tropezones creceríamos todos mejor.

    ResponderEliminar

Buzón de ideas