Bienvivido y Bienvivida

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domingo, 16 de junio de 2013

Educación infantil para adultos (49). Aprendiendo de los bebés.



El propósito de esta serie sobre educación infantil para adultos, es conseguir sensibilizar, tanto a las figuras parentales como a los docentes, que podamos aprender de los niños la enseñanza que  nos traen, que despliegan constantemente, y que la enculturación no sea taparles su potencial de sabiduría natural, sino que ellos sean la fuente principal de la enseñanza.

Aprendiendo de mi nieto Aitor de 8 meses (cosas de abuelos): 

Aitor, aprendo de ti tu interés por todo y tu desapego por todo; aprendo de ti el respeto que le haces a tus instintos; gozas cuando está feliz y lloras cuando estás molesto, ya me gustaría a mi llorar como tú, ¡qué desahogo! Aprendo de ti tu autenticidad cuando miras; cuando miras, miras. Te entregas a la degustación cuando comes. Aprendo de ti ese jugar explorando constante como el acto más responsable de la existencia vital, cuando juegas pareciera que me estás señalando la esencia de la supervivencia en la tierra. Sobre todo, todo, todo, me enseñas a no pensar tanto, eres un bálsamo para mi mente simiesca. "Estáte aquí, estáte aquí", me recuerdas todo el rato con tu actitud, ¡menuda educación del presente! 




Otra cosa que me dices a gritos, aunque todavía no hablas racionalmente, pero sí hablas orgánicamente: "No temas equivocarte" "Sigue siendo imperfecto". Tú pones el vaso al revés, le das la vuelta a todo y desestructuras lo que pillas, es como si me dijeras: "se aprende así, equivocándose". No tienes pudor en amar descaradamente. También posees la gracia de "nada en exceso" cuando sientes un excesivo contacto o cuando no quieres comer más. Me recuerdas que a mí me habita también un bebé como tú, puro e inocente como tú.


En El País - Babelia del 25 de Junio leo el titular de una entrevista al escritor Fernando Aramburu:
"No he superado el gusto infantil al cambio, el juego, la exploración"




2 comentarios:

  1. Cuan ciertas estas palabras! Tenemos mucho por aprender, creo que la autenticidad es la clave, auténticos a lo que se siente. Saludos Emilio!

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  2. Contagiarnos de la autenticidad de los niños sí que es un valor necesario para todos. Un abrazo Cristian.

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